¡Una Mierda el Gris!

Hay pocas cosas más farsantes que confundir diversidad con polarización o entropía: hacerlo es un claro síntoma de charlatenería conservadurista. La diversidad, a diferencia de la entropía, es bonita y tiene capacidad de reinvención fluyendo sobre sí misma y fundiéndose con otras formas y sentidos: dando forma a nuevas formas y sentidos.

La falsa diversidad, esa que en realidad es un conjunto deprimente de pretenciosos desacuerdos y frustraciones, tiene la tendencia a repetir una y otra vez las condiciones de su propio fracaso.

Como el gris que -por mucho que se ordenen los colores que lo componen-, nunca va a poder convertirse en otro color: a los blancos oscurece, a los negros aclara y a los colores apaga.

¡Una mierda el gris!